Beetlejuice: Clásico de los 80 y legado de Harry Belafonte
En 1988, Beetlejuice se convirtió en un fenómeno instantáneo gracias a la mezcla de terror y comedia que Tim Burton logró captar con maestría. Tras el éxito de La gran aventura de Pee-Wee en 1985, Burton emprendió este nuevo proyecto con un presupuesto de 15 millones de dólares proporcionado por Warner Bros. La historia, escrita por Michael McDowell y adaptada por Burton, prometía un giro oscuro y cómico, pero el camino hacia la película fue todo menos sencillo.